La escritora Laura Baxter nos comparte este escrito, en una de las situaciones que afronta el ser humano como lo puede ser la pérdida de un trabajo.

Glorificar a Dios debe ser la meta suprema de la vida de un creyente (1 Co. 10:31). Como cristianos, no queremos sentirnos cómodos con la ociosidad (1 Ts. 5:14), pero muchos han perdido sus empleos como consecuencia de la COVID-19.

Si esta es tu situación, quiero que cobres ánimo. Dios te está haciendo crecer a través de esta experiencia. Aquí hay cinco reflexiones para este tiempo extraño:

  1. Confía en que Dios tiene trabajo para ti, aún cuando no tengas empleo

Muchos esfuerzos fructíferos no requieren de un salario. Mira las necesidades de tu familia, tu comunidad de la iglesia, tu vecindario.

En un mundo de equipos electrónicos, es fácil evadir el aburrimiento y adormecernos ante el pasar del tiempo. Pero como cristianos, no queremos sentirnos cómodos con la ociosidad”.

  1. Involúcrate en las disciplinas espirituales

Agenda tiempos de oración y de meditación de las Escrituras. Comienza un estudio bíblico con otros hermanos (un buen uso de tus equipos electrónicos). Así estarás afinando tus oídos espirituales para discernir cómo pasar tu tiempo. 

  1. Toma tiempo para soñar

Quizás habías desplazado algunas metas personales: un programa de ejercicios, un hobby, un proyecto del hogar, leer algún libro (…) Ahora es un buen momento para retomarlas.

  1. Reanuda el trabajo cuando sea posible

La presión financiera puede ser buena (nos aleja de la pereza y nos acerca al trabajo; Pr. 16:26, 2 Ts. 3:10). Si estás recibiendo alguna ayuda financiera y no tienes esta presión, debes ser vigilante de no volverte dependiente de los demás sin necesidad. 

  1. Descansa en el amor de Dios por ti

Tu valor no depende del trabajo o de tu productividad externa. El verdadero fruto viene de permanecer en Cristo  (Jn. 15:4). Espera en el señor (Sal. 130:5-6). Lleva tu inquietud y tu sentimiento de vacío a él.

Cuando estaba en reposo, Dios me estaba preparando para el ocupado trabajo de la maternidad. Y esa pausa en mi carrera profesional, aunque dolorosa, me llevó a estar de rodillas en oración. Muchos años después, puedo mirar atrás y maravillarme de cómo Dios respondió en su propio tiempo. Confío en que él hará lo mismo en tu vida.

Laura Baxter es abogada y enseña en la universidad local. Asiste a Bridge Community Church en Ruston, Louisiana. Puedes leer más de sus artículos en stirfrylaura.wordpress.com.

Texto tomado de: https://www.coalicionporelevangelio.org/.

Foto: Alex Kotliarskyi (unsplash).

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